Estudiantes de la UC3M exigen romper con el ‘lavado verde’ de Repsol
Protesta frente al Rectorado de la Universidad Carlos III por la creación de una cátedra financiada por la Fundación Repsol, en plena ola de movilizaciones por la educación pública
GETAFE/08 MAYO 2025.- Una concentración de estudiantes, personal docente e investigador, personal de administración y servicios (PAS) y activistas ecologistas se ha dado cita este martes frente al Rectorado de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M), en el campus de Getafe, para protestar contra la creación de la nueva Cátedra de Combustibles Renovables impulsada en colaboración con la Fundación Repsol.
El acto, enmarcado en las movilizaciones por la defensa de la educación pública que se suceden en la Comunidad de Madrid, ha contado con la lectura de un manifiesto respaldado por más de veinte organizaciones, entre ellas Ecologistas en Acción, Fridays for Future–Juventud por el Clima y Rebelión Científica. El documento denuncia lo que consideran una operación de greenwashing —lavado verde— por parte de Repsol.
“Repsol es una de las mayores empresas contaminantes del mundo. No debería tener espacio en una universidad pública para blanquear su imagen con total impunidad”, han señalado las activistas.
Las críticas apuntan al creciente protagonismo de la Fundación Repsol en el ámbito académico, donde ya suma seis cátedras en diferentes universidades —cuatro de ellas públicas—. Las participantes denuncian que este modelo de financiación orienta la investigación hacia intereses empresariales y no hacia las necesidades de la sociedad o del estudiantado.
“Estamos ante una universidad que cada vez depende más del sector privado. Si se aprueba la Ley Viciana, estaremos obligadas a financiar al menos un 30% de la investigación con dinero empresarial”, lamentan desde la organización estudiantil.
La protesta también ha servido como altavoz para convocar a la próxima manifestación en defensa de la educación pública, reprogramada tras el apagón eléctrico que impidió su celebración el pasado 28 de abril.
Desde la comunidad universitaria reclaman una investigación financiada con recursos públicos, independiente de los intereses de grandes corporaciones contaminantes. “La universidad pública no puede convertirse en la plataforma de legitimación de quienes destruyen el planeta”, concluyen.