Sostenibilidad

El peso de las grandes contaminadoras en las olas de calor y su impacto en ciudades como Getafe

La investigación concluye que una de cada cuatro olas de calor registradas entre 2000 y 2023 habría sido prácticamente imposible sin la acción humana

GETAFE/14 SEPTIEMBRE 2025.- El cambio climático tiene responsables con nombre y apellido. Según un estudio publicado en Nature, las 180 empresas con mayores emisiones de carbono —en su mayoría productoras de combustibles fósiles y cemento— han contribuido de manera directa a la mitad del aumento de la intensidad de las olas de calor desde el periodo preindustrial.

La investigación concluye que una de cada cuatro olas de calor registradas entre 2000 y 2023 habría sido prácticamente imposible sin la acción humana. Cada gran empresa contaminante puede haber estado detrás de entre 16 y 53 olas de calor extremo.

Getafe, una de las zonas más cálidas de Madrid

En el plano local, estos fenómenos globales tienen consecuencias directas en municipios como Getafe, una de las ciudades con temperaturas más altas de la Comunidad de Madrid.

Los expertos advierten que, en áreas densamente urbanizadas como Getafe, las olas de calor se agravan por el efecto isla de calor urbano, que eleva la temperatura media de la ciudad entre 2 y 5 ºC más respecto a su entorno rural. Este fenómeno multiplica el riesgo para colectivos vulnerables como personas mayores, enfermos crónicos o niños.

Consecuencias y desafíos locales

Más allá del calor ambiental, las olas extremas afectan a la calidad de vida y a la economía local:

  • Aumento de la demanda energética por el uso intensivo de aire acondicionado.
  • Estrés en la red sanitaria municipal y autonómica, con más ingresos por golpes de calor o descompensaciones.
  • Limitaciones en la vida social y educativa, con colegios y espacios públicos sin suficiente climatización.
  • Mayor presión sobre zonas verdes, que funcionan como pulmones urbanos pero sufren sequías recurrentes.

¿Qué puede hacer Getafe?

Los expertos en urbanismo sostenible señalan que las ciudades tienen margen para mitigar estos impactos:

  • Incrementar la infraestructura verde y azul (más árboles, parques, fuentes y zonas de sombra).
  • Impulsar la rehabilitación energética de viviendas para mejorar el aislamiento térmico.
  • Planificar la movilidad urbana reduciendo el uso del coche y fomentando transporte público y bicicleta.
  • Garantizar que en eventos municipales y barrios se habiliten puntos de agua y sombra para prevenir emergencias.

El estudio global, que apunta directamente a las grandes corporaciones emisoras, pone también sobre la mesa la necesidad de acción local: mientras se avanza en la responsabilidad climática internacional, municipios como Getafe deberán adaptarse para proteger a sus vecinos frente a un fenómeno que ya no es excepcional, sino recurrente.

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