Memoria histórica

1985: el año en que Getafe arrancó el curso entre atracos, incendios y reyertas

El 11 de septiembre de 1985, la revista local Acción Getafense sacaba a la calle una nueva edición cargada de crónicas policiales que reflejaban un inicio de curso agitado en la ciudad.

GETAFE/08 SEPTIEMBRE 2025.- Han pasado 40 años, pero aquellos sucesos aún resuenan como testimonio de un Getafe muy distinto al actual: con altos índices de delincuencia, problemas de seguridad y un urbanismo en plena transformación.

Dos mujeres y un jamón

La primera de las noticias relataba la detención de dos mujeres en una carnicería de la calle Toledo. Una, casada y madre de dos hijos, llevaba en su bolso parte del botín, incluido un jamón. La otra, menor de edad, ya acumulaba varias detenciones por hechos similares. La imagen del robo menor, casi de subsistencia, convivía en las páginas de la revista con delitos mucho más graves.

Atracos en serie: los bancos en el punto de mira

En apenas unos días, Getafe vivió dos atracos bancarios.

  • En la calle Madrid, un joven encañonó al director del Banco de Crédito Comercial y a un cliente en la puerta de la sucursal. Tras un forcejeo, huyó a pie y luego robó un coche en la Plaza de las Cuestas. Aunque perdió parte del botín —529.000 pesetas recuperadas—, logró escapar con una cantidad indeterminada.
  • En la calle Jardines, el Banco de Santander fue escenario de un nuevo golpe. Un atracador armado con un revólver intimidó a clientes y empleados y se llevó más de 800.000 pesetas, logrando escabullirse entre la multitud.

Estos asaltos a plena luz del día, con huidas a pie entre la gente, reflejaban la vulnerabilidad de las entidades financieras en una época en la que la seguridad privada era escasa y la presencia policial, limitada.

Reyertas de tráfico: del pitido al hospital

La revista también relataba una espectacular pelea en el paso elevado de la carretera de Andalucía, camino del Cerro de los Ángeles. Lo que empezó como una discusión entre dos conductores degeneró en una batalla campal en la que participaron varios implicados, con heridos y traslados al ambulatorio. La imagen de un Getafe bronco, donde una maniobra de tráfico podía encender los ánimos colectivos, quedó grabada en aquel inicio de curso.

El fuego amenaza al Cerro

El Cerro de los Ángeles tampoco se libró de los sobresaltos: un incendio devoró más de sesenta olivos en las inmediaciones. La rápida intervención de los bomberos evitó que las llamas alcanzaran los pinares del entorno, un riesgo que habría convertido el suceso en una catástrofe ambiental para la ciudad.

Un retrato de época

La sucesión de noticias que recogía Acción Getafense en septiembre de 1985 dibuja una postal de un Getafe inseguro, vulnerable y con tensiones sociales latentes. Los pequeños hurtos, los atracos a bancos, las reyertas violentas y los incendios eran parte de la crónica diaria.

Cuarenta años después, aquella edición se recuerda como un testimonio de la fragilidad de la seguridad urbana en la segunda mitad de los 80, en una ciudad que empezaba a crecer, pero que aún arrastraba carencias en infraestructuras, vigilancia y servicios públicos.

La elevada delincuencia de aquellos años no puede entenderse sin tener en cuenta la irrupción de la heroína en los barrios obreros durante los años 80. Este fenómeno, que golpeó con dureza a gran parte del sur de Madrid, generó un aumento de los delitos contra la propiedad y de la violencia asociada a la adicción. Robos, pequeños atracos y conflictos vecinales se multiplicaron en un contexto de crisis económica y falta de recursos asistenciales, dejando una huella social muy marcada en la memoria colectiva de Getafe.

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