Getafe resiste el umbral de los 40 ºC por tercer año consecutivo, pero el calor sigue marcando la vida urbana
La máxima de 2025 fue de 39,7 ºC, según Meteogetafe, en una de las ciudades más cálidas del sur de Madrid
GETAFE/05 SEPTIEMBRE 2025.- Getafe ha cerrado agosto de 2025 con una máxima anual de 39,7 ºC, de acuerdo con los registros de Meteogetafe, estación asociada a la AEMET. Es el tercer año consecutivo en que la ciudad no supera la barrera simbólica de los 40 ºC, una cifra que históricamente ha representado el extremo de calor en la Comunidad de Madrid.
Sin embargo, este dato no implica que el calor haya dejado de ser un problema para los vecinos. Getafe se encuentra entre las zonas más cálidas de la región y, como ocurre en otros municipios del sur metropolitano, sufre con especial intensidad los efectos del cambio climático y la isla de calor urbana.
Una ciudad expuesta al calor
El diseño urbano, con grandes superficies de asfalto, tráfico denso y un déficit de zonas verdes en comparación con otras áreas, intensifica la acumulación de calor en los barrios. Según los especialistas, estas condiciones pueden aumentar en varios grados la sensación térmica en las noches de verano, dificultando el descanso y aumentando el consumo energético de los hogares.
“Que no se supere el umbral de los 40 ºC no significa que el problema haya desaparecido. Las noches tropicales y tórridas —con mínimas por encima de 20 o incluso 25 ºC— son cada vez más frecuentes en Getafe y tienen un impacto directo en la salud”, explica un climatólogo consultado.
📌 Claves: Cómo afecta la isla de calor en Getafe
- 🌆 Más calor en la ciudad que en el campo: hasta 5 ºC de diferencia en algunas noches de verano.
- 🛑 Impacto en la salud: aumenta el riesgo de golpes de calor, deshidratación e insomnio.
- 💡 Más gasto energético: mayor uso de aire acondicionado y electricidad en los hogares.
- 🌳 Soluciones urbanas: más arbolado, sombras, agua y refugios climáticos en espacios públicos.
Salud y vulnerabilidad
Los efectos del calor extremo se sienten sobre todo en colectivos vulnerables como personas mayores, niños y pacientes con enfermedades crónicas. El Hospital Universitario de Getafe ya ha alertado en varias ocasiones del aumento de ingresos por golpes de calor y deshidratación en los veranos más intensos.
A ello se suma el impacto en la vida cotidiana: menos uso de los espacios públicos durante el día, mayor consumo de agua y energía y dificultades para practicar deporte al aire libre.
La necesidad de adaptación
Los expertos señalan que la adaptación de la ciudad al clima extremo pasa por renaturalizar espacios, aumentar el arbolado urbano, crear refugios climáticos en centros públicos y replantear el urbanismo para reducir la isla de calor.
En paralelo, la población demanda una información cada vez más precisa. En este sentido, Meteogetafe subraya que las previsiones meteorológicas oficiales suelen sobrestimar en 2 o 3 ºC las temperaturas reales, lo que genera un debate sobre la percepción del calor y la confianza en los modelos.
Más allá del termómetro
Aunque los 40 ºC no se hayan alcanzado en los últimos tres años, los efectos del calor extremo siguen marcando la vida urbana en Getafe. El reto ya no es solo medir el mercurio, sino proteger la salud y garantizar la habitabilidad de la ciudad en un contexto de crisis climática.

