Educación

Los estudiantes toman la palabra: “La LESUC no es una reforma, es una mordaza”

Ayke García y Nagore Medrano denuncian en el Pleno Municipal de Getafe el “desmantelamiento de la universidad pública” y la criminalización de la protesta estudiantil

GETAFE/02 JULIO 2025.- En una intervención cargada de contundencia y compromiso, los estudiantes Ayke García y Nagore Medrano, de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense, tomaron la palabra en el Pleno Municipal de Getafe para alertar sobre las implicaciones del anteproyecto de ley de Enseñanzas Superiores, Universidades y Ciencia (LESUC), impulsado por la Comunidad de Madrid. Su mensaje fue claro: “Nos quieren obedientes y desmovilizadas, pero no nos vamos a callar”.

Los jóvenes denunciaron que el nuevo marco legal no solo promueve la entrada del capital privado en la gestión universitaria, sino que también introduce un régimen sancionador que, según sus palabras, “criminaliza la participación política dentro de los campus”. Un auténtico giro autoritario que amenaza con reconvertir la universidad en un espacio vigilado, orientado al beneficio económico y alejado de su vocación pública.

Una reforma a medida del mercado

Durante su intervención, García y Medrano subrayaron que la LESUC representa una “ruptura radical” con el modelo tradicional de universidad pública. Según explicaron, el texto preliminar de la norma establece un marco en el que las empresas no solo participan en convenios o colaboraciones, sino que adquieren voz y voto en los planes de estudio, en las decisiones de inversión y en las prioridades de investigación.

“El conocimiento deja de ser un bien común para convertirse en un producto”, advirtieron. “Estudiar artes, filosofía o historia será un lujo o una excentricidad sin rentabilidad”.

Las cifras que aportaron fueron contundentes: la Comunidad de Madrid es la única región que, en comparación con 2008, invierte menos en sus estudiantes. “Invertimos 6.000 euros menos por alumno que Euskadi”, denunciaron, destacando la brecha educativa y la marginación de las ramas del saber menos “rentables”.

El miedo como herramienta política

Más allá del viraje privatizador, lo que más preocupó a los estudiantes fue la reforma del régimen disciplinario universitario que acompaña a la LESUC. La tildaron de “ley mordaza académica” y señalaron que busca sancionar las protestas, los símbolos de disidencia y las intervenciones en actos públicos, con multas de hasta 15.000 euros o incluso la expulsión.

“Se nos quiere sumisas, sin voz, sin crítica”, dijo Medrano, “pero respondemos con más organización y con la firme convicción de que la universidad no es una empresa”.

Una llamada a la movilización colectiva

La intervención finalizó con un alegato apasionado en defensa de la universidad como espacio de transformación social y construcción de ciudadanía. “Nosotras no solo decimos que no. Decimos que sí a otra universidad posible, cien por cien pública, que nos forme como personas libres y críticas, no solo como trabajadoras precarias”.

Con sus palabras, García y Medrano pusieron voz a un creciente movimiento estudiantil que no solo se rebela contra una ley, sino contra un modelo de sociedad que, según denuncian, expulsa a los sectores populares de la educación superior y sofoca el pensamiento crítico.

Desde Getafe, su mensaje resonó más allá del Pleno: la universidad está en disputa, y su defensa, aseguran, será colectiva.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *