Aire irrespirable: Dos tercios de la población española respiró contaminación por encima de los nuevos límites legales en 2024
El informe anual de Ecologistas en Acción revela que más de 31 millones de personas estuvieron expuestas a niveles de polución nocivos. El tráfico motorizado es la principal fuente del problema, y su reducción, la única solución eficaz
GETAFE/24 JUNIO 2025.- La calidad del aire en España sigue siendo un desafío de salud pública de primer orden. Así lo confirma el nuevo informe de Ecologistas en Acción, que alerta de que durante 2024 casi dos terceras partes de la población —unos 31 millones de personas— respiraron aire contaminado por encima de los nuevos límites legales establecidos por la Unión Europea, que deberán cumplirse antes del año 2030.
El análisis, basado en los datos recopilados por 790 estaciones oficiales de medición repartidas por todo el país, subraya que, aunque ha habido una mejora general respecto a años anteriores, la situación sigue siendo alarmante, especialmente en grandes áreas urbanas como Madrid —incluyendo el sur metropolitano y Getafe— donde el tráfico motorizado continúa siendo el principal responsable del dióxido de nitrógeno (NO₂), uno de los contaminantes más perjudiciales para la salud.
La nueva normativa europea, la Directiva 2024/2881, marca un antes y un después al establecer límites más estrictos que los actuales, considerados ya obsoletos por la comunidad científica. El informe resalta que, aunque las cifras han mejorado respecto a 2023, todavía 8,4 millones de personas vivieron en entornos donde se superaron incluso los antiguos límites legales.
El año 2024 fue especialmente adverso en términos climáticos: el tercero más cálido desde que existen registros y con episodios de elevada contaminación por partículas en suspensión y ozono troposférico, agravados por la estabilidad atmosférica en invierno y las olas de calor en verano. Madrid presentó los peores registros de ozono, con 290 superaciones del umbral de información en julio y agosto.
Además, el informe apunta que, si se aplicaran los valores recomendados por la Organización Mundial de la Salud, la totalidad de la población española habría estado expuesta a niveles de contaminación perjudiciales para la salud, afectando también al 81 % del territorio nacional.
“Reducir el tráfico motorizado es la única vía eficaz para mejorar la calidad del aire”, destaca el informe. Las medidas deben ir más allá de los gestos simbólicos y enfocarse en un rediseño profundo de la movilidad urbana: más espacios peatonales, redes seguras para las bicis y un transporte público eléctrico asequible y eficiente. En este sentido, Getafe aún tiene una deuda con sus vecinos, especialmente con la población infantil, que según estudios realizados entre 2020 y 2024, respira en muchos casos un aire más contaminado que el que detectan las estaciones oficiales.
Una cuestión de salud pública
La contaminación del aire provoca en España hasta 30.000 muertes prematuras cada año, según datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente. De ellas, unas 10.000 se asocian directamente a episodios de alta contaminación. Los costes sanitarios y laborales derivados ascienden, según el Banco Mundial, a 50.000 millones de dólares anuales, el 3,5 % del PIB.
Pese a la gravedad del problema, el 61 % de la ciudadanía afirma no sentirse bien informada sobre la calidad del aire, de acuerdo con el Eurobarómetro de abril de 2022. Esta falta de transparencia y voluntad política alimenta una peligrosa normalización de la polución urbana.
Conclusión: actuar ya o pagar las consecuencias
Ecologistas en Acción saluda la nueva directiva europea como un gran paso adelante, pero advierte que sin una aplicación urgente y sin excepciones, los compromisos legales para 2030 serán papel mojado. España necesita un plan nacional coherente, pero también que cada municipio, incluido Getafe, asuma su responsabilidad.
El aire que respiramos no debería depender del código postal. Es hora de que las ciudades actúen con decisión, empezando por lo más evidente: reducir el tráfico y apostar por una movilidad limpia, inclusiva y segura. El futuro —y la salud— de millones de personas están en juego.