Crearium: El coworking rural donde pasan cosas muy grandes
Desde Monzón, África San Juan transforma un pequeño espacio en un gran epicentro de creatividad, comunidad y cultura, demostrando que el mundo rural también es terreno fértil para la innovación.
GETAFE/18 JUNIO 2025.- Esta semana en Getafe Central nos desplazamos, al menos con la imaginación, hasta Monzón, una localidad de Huesca que, gracias a la visión de una mujer valiente, se ha convertido en un referente inesperado del coworking en entornos rurales. Su nombre es África San Juan, y lo que ha creado va mucho más allá de un espacio compartido de trabajo: Crearium es un lugar donde pasan cosas.
África fue una de las primeras emprendedoras en apostar por llevar el modelo de coworking, tan habitual en las grandes ciudades, al mundo rural. “El coworking no es solo una mesa y una silla, es una forma de vida”, explica. Lo dice con la certeza de quien ha hecho del trabajo colaborativo una herramienta para combatir el aislamiento y la desconexión que a menudo sufren autónomos y pequeños emprendedores fuera del circuito urbano.
Licenciada en multimedia y con una sólida formación en creatividad y tecnología adquirida en Barcelona, donde también se especializó en museografía interactiva, África trabajó en numerosos proyectos antes de decidir volver a su pueblo natal. Lo hizo, dice, con una idea clara: “¿Qué echaré de menos de la ciudad? Un lugar para trabajar, sí, pero también un sitio donde pasen cosas”. Así nació Crearium, en 2013, tras dos años de gestación y reflexión.
Desde entonces, este pequeño espacio ha acogido exposiciones con obras que han viajado de París a Nueva York, foros de empresarios locales, cuentacuentos, talleres tecnológicos para peques y actividades formativas para docentes. “Es un espacio abierto a la colaboración. Si alguien tiene una idea y quiere llevarla a cabo, Crearium está para eso”, afirma con convicción.
Uno de los mayores logros de África fue convertir el fracaso de un único inscrito en el primer campus de tecnología creativa infantil en una historia de éxito. “Podía haber cancelado. Pero decidí hacerlo como si tuviéramos lista de espera”, cuenta. Hoy, ese campus tiene precisamente eso: lista de espera cada verano.
Pero África no se detiene. Además de dirigir Crearium, trabaja para seis o siete empresas más, y combina su faceta profesional con su labor como madre. “¿Cómo lo haces?”, le preguntamos. Su respuesta es clara: “Haciéndolo”. No hay truco, solo determinación.
En una época donde el teletrabajo y la descentralización laboral se consolidan, ejemplos como el de África demuestran que el futuro no está solo en las grandes urbes. Crearium es una chispa encendida en un mapa rural que necesita más faros como este para demostrar que el talento, la innovación y la cultura no entienden de códigos postales.
En definitiva, Monzón ya no es solo un punto en el mapa: es un ejemplo vivo de cómo el coworking puede cambiar no solo la manera de trabajar, sino también de vivir.