Bienestar social

El Laberinto de la Dependencia en España: Entre la Precarización y el Lucro Empresarial

Un análisis exhaustivo revela el deterioro de un servicio esencial, la feminización de la precariedad laboral y la urgencia de una reforma profunda

GETAFE/16 JUNIO 2025.- El sistema de atención a la dependencia en España se encuentra en una encrucijada, marcado por la precarización del servicio, el desmantelamiento de lo público y una creciente privatización que prioriza el beneficio económico sobre el bienestar de las personas. Un reciente análisis ha puesto de manifiesto la crítica situación que atraviesan miles de usuarios y los profesionales que les asisten.

El deterioro progresivo de los servicios sociales es innegable. La dotación insuficiente de personal y la precarización de las atenciones son una constante, especialmente preocupante si se considera que el 90% del personal son mujeres, muchas de ellas madres solteras. Esta feminización del sector crea una paradoja: mientras estas trabajadoras dedican largas jornadas al cuidado de otros, a menudo se encuentran sin los recursos necesarios para atender sus propias necesidades familiares.

La Ley de Dependencia de 2006, concebida para atender diversas necesidades de la población, es señalada como «coja desde su origen» debido a una financiación insuficiente y la delegación masiva de servicios en empresas privadas. Esta externalización ha abierto la puerta a que compañías se lucren, incluso durante la pandemia de COVID-19, obteniendo millones de euros en beneficios a costa de la vulnerabilidad y la calidad del servicio.

El modelo residencial en España es un claro ejemplo de esta tendencia, con un 89% de gestión privada. Grandes multinacionales y fondos de inversión han asumido el control, buscando la maximización de ganancias en el menor tiempo posible, lo que se traduce en recortes de personal y en la calidad de la alimentación. Las macro-residencias, además, demostraron ser especialmente problemáticas durante la pandemia, con un impacto devastador en la salud y vida de los usuarios.

La administración pública no ha estado exenta de críticas, pues se le acusa de fallar en sus funciones de legislar, inspeccionar y sancionar eficazmente, lo que ha facilitado los abusos por parte de las empresas. A pesar de la tragedia vivida en las residencias durante la crisis sanitaria, el «nuevo modelo residencial» propuesto en 2022 no aborda los problemas fundamentales de gestión público-privada o la necesidad de inspecciones y sanciones rigurosas.

Frente a este panorama, se propone un sistema de atención a la dependencia basado en el derecho universal a una atención suficiente por parte de servicios públicos. Esta solución implicaría aumentar la cobertura, revertir las privatizaciones, eliminar prestaciones y desgravaciones que favorecen el modelo actual, y ofrecer servicios de gestión y provisión pública con empleo de calidad.

Sin embargo, los obstáculos son considerables. La «patronal de la dependencia» es señalada como el principal enemigo de esta transformación. Además, se argumenta que la falta de una movilización social masiva se debe a que el cuidado es percibido, erróneamente, como un «asunto de mujeres», lo que resta urgencia a la demanda de un servicio público y de calidad.

¿Crees que la sociedad española está preparada para una movilización en favor de un cambio radical en el sistema de atención a la dependencia?

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