Ayuso regala un millón de euros a los más ricos mientras recorta en sanidad y educación
La última rebaja fiscal del Gobierno de la Comunidad de Madrid beneficia al 0,2 % de los madrileños con mayores patrimonios, en una región con los peores indicadores de inversión pública por habitante en servicios básicos
GETAFE/09 MAYO 2025.- La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha aprobado una nueva reducción del impuesto de sucesiones que beneficiará únicamente al 0,2 % de los contribuyentes obligados a pagarlo, es decir, a las personas con patrimonios superiores a los 300.000 euros. En concreto, se estima que esta medida permitirá ahorrar un millón de euros a un selecto grupo de 14.000 madrileños, los más ricos de la región, en un momento de grave deterioro de los servicios públicos.
La medida ha sido presentada por el Ejecutivo autonómico como una «rebaja fiscal que impulsa la libertad económica», pero contrasta con la situación que vive la mayoría de la población madrileña, especialmente en materia de sanidad, educación y vivienda. Según los últimos informes, Madrid es la comunidad autónoma que menos invierte por habitante en estos tres pilares del estado del bienestar.
El Gobierno regional prevé dejar de ingresar 140 millones de euros con esta reforma. Una cifra que, según estimaciones de profesionales del sector sanitario, permitiría contratar a miles de médicos, enfermeros y administrativos para paliar el déficit estructural que sufren los centros de salud madrileños. Más del 70 % de estos centros tienen plantillas por debajo de lo recomendado, según ha alertado recientemente colectivos profesionales.
Además, la crisis sanitaria se agrava en los municipios del sur de Madrid, como Getafe, donde el cierre de las urgencias médicas en varios ambulatorios sigue dejando sin atención a miles de personas. Esta situación ha generado protestas vecinales continuadas y demandas de reapertura inmediata de los Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP).
Mientras tanto, el Gobierno de Ayuso continúa centrando su política fiscal en reducir impuestos a las rentas y patrimonios más altos, una línea que ha sido duramente criticada por sindicatos, organizaciones sociales y partidos de la oposición, que denuncian una estrategia de “asfixia premeditada” a lo público.
«Esta no es una política de libertad, es una política de privilegios», denuncian desde colectivos en defensa de la sanidad pública. «Con 140 millones podríamos garantizar atención médica digna para todos, pero Ayuso prefiere regalar un millón a quienes más tienen».