Deportes

Cuando hacer ejercicio se convierte en un riesgo: el deporte también tiene brecha de género

La brecha de género también se corre: el 55% de las mujeres se plantea dejar el ejercicio al aire libre por miedo o falta de tiempo

GETAFE/07 MAYO 2025.- La calle no siempre es un espacio libre. Al menos no para todas. Un reciente estudio de Sport Cultura Barcelona ha revelado que una de cada cuatro mujeres se siente insegura al practicar deporte al aire libre. Y más de la mitad, un 55,8%, se ha planteado seriamente dejar de hacerlo por temor, incomodidad o falta de tiempo. Una realidad que tiene eco también en Getafe, donde cada vez más mujeres denuncian que correr, caminar o entrenar fuera de casa implica asumir un riesgo que los hombres no contemplan.

La inseguridad no es el único freno. La brecha de género en el deporte se acentúa especialmente entre los 30 y 44 años, justo cuando muchas mujeres compatibilizan sus carreras laborales con la crianza y las responsabilidades domésticas. En esa franja de edad, la participación femenina en actividades físicas es casi un 10% menor que la masculina.

“Justo cuando más se necesita hacer deporte por salud, muchas mujeres priorizan el cuidado de los demás frente a su propio bienestar”, afirma Josep Mateu, presidente de Sport Cultura Barcelona. La organización, que agrupa a 17 entidades deportivas, ha entrevistado a 3.500 personas en el área de Barcelona y Madrid, incluyendo Getafe y su entorno.

El estudio subraya que el 67,7% de las mujeres ha tenido que modificar su rutina deportiva, en contraste con el 55,4% de los hombres. Las causas son múltiples: cambios laborales, crianza, horarios incompatibles y, sobre todo, una distribución desigual de las tareas del hogar. “Nosotras salimos a correr con miedo y con prisa. Ellos, con tiempo y tranquilidad”, comenta Marta, vecina de Getafe de 38 años, que dejó de salir a correr sola después de ser increpada varias veces por desconocidos.

Las diferencias también se notan en la motivación. Solo un 9% de las mujeres se mueve por la competitividad frente al 14% de los hombres. Sin embargo, la presión estética afecta más a ellas (17%) que a ellos (12%).

Los horarios muestran otra desigualdad: las mujeres prefieren entrenar por la mañana entre semana, mientras que los hombres optan por la tarde y los fines de semana. ¿La razón? Ellas siguen ocupándose, mayoritariamente, del cuidado familiar también durante el fin de semana.

En un momento en que el deporte se ha convertido en un pilar para la salud física y mental, el acceso desigual a su práctica se convierte en un problema social de primer orden. En Getafe, donde la red de parques y espacios abiertos es amplia, la pregunta no es si hay sitio para correr, sino si todas las personas pueden hacerlo en igualdad de condiciones.

¿Correr debería ser un acto de valentía? Para muchas mujeres, aún lo es.

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